miércoles, 11 de junio de 2014

¿ES USTED UN CRISTIANO SUSCEPTIBLE?

Este mensaje es tomado del Calendario "LA BUENA SEMILLA 2014" Editorial La Buena Semilla,1166 PERROY (Suiza)

¿Es usted un  cristiano susceptible?

Ef 4:1-2 Os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados, con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor.

La susceptibilidad es una fuente de sufrimiento muy presente en el fondo de cada uno de nosotros. Si me dejo llevar por esta mala tendencia, veo todo de forma distorsionada. Cualquier cosa me ofende, tengo la impresión de que todo el mundo me trata mal, se burla de mí o es desconsiderado conmigo. Con mucha facilidad acuso a mis familiares o compañeros de trabajo de tener malas intenciones conmigo .Todo gira en torno a mi importante "yo", por ello soy incapaz de reconocer el valor de los que me rodean, y como consecuencia les doy un lugar equivocado; no soy agradecido con ellos. ¡Qué cuadro más patético!

Este triste estado constituye un serio obstáculo en las relaciones entre creyentes. Éstas deberían ser más bien armoniosas y gozosas, pero corren el riesgo de ser complicadas y distantes, debido a la susceptibilidad de ambas partes. Necesitamos aprender qué significa la paciencia y el perdón. "Perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros (Colosenses 3:13).

Solo hay un medio para curarnos de esta penosa tendencia: vivir plenamente el Evangelio, es decir, no sólo creer que Cristo murió por mí, sino también aceptar que estoy crucificado con él junto con todo mi orgullo y egoísmo. Así mi susceptibilidad sólo tiene un lugar: la cruz de Cristo. En contrapartida, mi vida, mi único honor, es el mismo Señor Jesús. 

Consideremos al modelo perfecto de humildad y abnegación: Jesús, quien nos dice: "Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón" (Mateo 11:29)  

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